¿Qué tipos de acabados existen para pavimentos de hormigón?

Aquí tienes los acabados más habituales en pavimentos de hormigón:

  • Fratasado: Es el acabado liso y funcional que se consigue con fratasadoras mecánicas. La solución estándar para naves, garajes y superficies que exigen buena planimetría y dureza.
  • Pulido: Un tratamiento posterior sobre hormigón curado. Se lija la superficie con discos de diamante y se aplican endurecedores para lograr un acabado de alto brillo (efecto espejo) y poro completamente cerrado. Se usa en interiores donde la estética y la limpieza son prioritarias.
  • Semipulido: Un pulido menos intensivo. Se consigue un acabado satinado, con el poro cerrado y fácil de limpiar, pero sin el brillo ni el coste de un pulido completo.
  • Impreso: Se utilizan moldes para estampar sobre el hormigón fresco una textura que imita piedra, adoquín, madera, etc. Es una solución decorativa muy extendida en exteriores.
  • Cepillado o peinado: Después de un primer fratasado, se pasa un cepillo para crear estrías finas que mejoran el agarre. Habitual en rampas, viales o zonas peatonales con pendiente.
  • Árido visto o desactivado: Se aplica un producto que retrasa el fraguado superficial y luego se limpia con agua a presión, dejando el árido a la vista. El resultado es una superficie rugosa, antideslizante y decorativa.
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