Gama de reglas vibrantes dobles ENAR

Las reglas vibrantes dobles de ENAR son la solución ideal para agilizar el alisado de grandes superficies de hormigón, garantizando acabados uniformes y de alta calidad. Diseñadas para trabajar con perfiles extensibles de entre 2,5 y 6 metros de anchura, permiten abarcar áreas más amplias en menos tiempo. Además, estas herramientas ofrecen la opción de motor a gasolina o eléctrico, proporcionando al profesional la flexibilidad de elegir el tipo de propulsión que mejor se adapte a cada proyecto y entorno de trabajo.

Gracias a sus perfiles dobles, las reglas vibrantes dobles destacan por un reparto óptimo de la vibración a lo largo de toda la superficie de hormigón a alisar. Así, el hormigón se asienta de manera homogénea y se reducen al mínimo los riesgos de burbujas de aire o vacíos que puedan desencadenar grietas en el futuro. Esta vibración constante y estable, potenciada por el motor (tanto eléctrico como de gasolina), asegura resultados profesionales incluso en proyectos de gran envergadura.

Además de su eficacia en el asentamiento del hormigón, las reglas vibrantes dobles de ENAR se distinguen por su estructura resistente y la calidad de sus materiales. Estos equipos están concebidos para soportar el uso intensivo y las condiciones duras propias de la construcción. La durabilidad y fiabilidad se suman a la robustez del diseño, ofreciendo al operario la tranquilidad de contar con una herramienta de larga vida útil y un rendimiento consistente en obra.

El diseño de las reglas vibrantes dobles favorece la ergonomía y la comodidad en el manejo. Al reducir la fatiga del operario, no solo se logra una mejor experiencia de trabajo, sino también se favorece la precisión a la hora de alisar el hormigón. El control total sobre la herramienta se convierte en un factor clave para obtener pavimentos uniformes y duraderos.

ENAR ofrece versiones con motor a gasolina y motor eléctrico, brindando al profesional la posibilidad de escoger la alternativa más adecuada. En obras al aire libre o con limitaciones de suministro eléctrico, el motor a gasolina garantiza autonomía y potencia suficientes para largas jornadas de trabajo. Por su parte, el motor eléctrico resulta ideal en espacios cerrados o cuando se busca reducir el nivel de ruido y emisiones.